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UNA PÁGINA QUE NO TRATA SOBRE NADA IMPORTANTE. Alemania 2006 ha terminando y me queda la sensación de que los cuatro años que faltan para Sudáfrica 2010 son una excusa para vivir la vida. Habrá que hacer algo mientras tanto, hasta que comience la Libertadores, la Champions, la Eurocopa, la Copa America o cualquier torneo que me haga olvidar el insoportable estribillo "Perú Campeón" y el chauvinista "Te Amo Perú" sudado e impreso en el esmirriado pecho del Chorri Palacios.

enero 30, 2007

Ironman 28

De todos mis robots favoritos cuando era niño, Ironman 28 era el más favorito de todos. No es que fuera más fuerte que los otros. No tenia grandes superpoderes, ni muchos colores. Su armazón era de un azul oscuro y profundo y su única señal distintiva el 28 impreso en sus brazos.


Pero creo que lo que realmente me gustaba era que fuera un niño quien lo manejara, gracias a un maletín que llevaba los controles para tal milagro.

Les juro que de peuqeño, cada vez que Ironman 28 aparecía en la televisión agitaba mis manos como si yo fuera quien lo controlara. Ja! Las cosas que uno hace de niño, ojalá las hiciera tambien de grandes.


enero 08, 2007

Mazinger Z

Han pasado dos décadas y su sola mención sigue estremeciendo de emoción a quienes crecimos con su ejemplo. De los cientos de robots que atravesaron la TV nacional, Mazinger es el más popular, a fuerza de dos sagas y años de transmisión ininterrumpida durante la década de los 80, en donde capítulo a capítulo le daba una lección a todos los monstruos que se cruzaban en su camino.

Pero Mazinger no solo fue sinónimo de heroísmo y ciudades destruidas (salvar el mundo tiene su precio), sino que para la muchachada de antes, también fue un ícono de la seducción. Su amoríos con una fortachona robot rosa, con increíbles tetas de acero, con los años le dio sentido a afirmaciones como "estoy al fierro" y "que buen tubo", convertidas en verdaderos exclamaciones de la ebullición sexual adolescente.

Sin embargo, en los últimos tiempos ha nacido toda una corriente opositora a la filosofía del héroe de acero que tiene como máxima expresión una popular salsa cubana que postula: "mi cuerpo no está hecho de metal, mi cuerpo no está hecho de madera".

Pero para disgusto de los amigos de Castro, la admiración que sentimos por el buenote de Mazinger no tiene fecha de caducidad. Al maestro se le respeta, decimos los que crecimos viéndolo disparar sus puños-cohetes.

Mención aparte para el hombre detrás de la máquina, el gran Koji Kabuto, con sus patillas en punta y su pose de bacán. Tremendo ídolo de la chiquillada que combatía al estrambótico Dr. Infierno, con su peinado glam, y el hermafrodita Barón Ashler.

Gracias Mazinger por tanta pelea, por tanta destrucción, por tanto monstruo muerto y por tanto puñete-cohete, y no importa si Juan Pablo II vino al Perú y se paseo por la selva, el verdadero ídolo de los 80s fuiste tú.


setiembre 27, 2006

Capítulo inédito del Chavo del 8

Paréntesis en mi homenaje a la época de oro de los dibujos animos. Último minuto. Inmerso entre los interminables videos de YouTube, buscando material para mis post, encontré algo que merece ser expuesto. Una rareza, casi tan extraña como los atributos de Pepito dos cañones y el problema capilar del hombre lobo (tremendos exponenetes de la tierra de Tenochtitlan).

El video es una creación inedita de Chespirito, y esto me obliga a hablar del él antes de lo que tenía previsto. Pero qué se le va a hacer. Se trata de un capítulo nunca antes visto del Chavo del 8. Don Ramón casándose con Doña Clotilde. Qué más puedo decir. Ahí lo tienen:

Ahora ya nada me parece extraño. El Chavo con la Chilindrina, Pantro con Chitara, Bush con Osama. Y pronto... el especial de Mazinger Z héroe indiscutible e indisolubre de los niños de los ochentas, venidos a menos en el dos mil.

El Vengador

En los 80 la televisión estaba copada por los dibujos animados de robots. Pero hay robots y robots, y mientras algunos atravesaron la pantalla sin pena ni gloria (los menos), otros quedaron grabados en la pupila de toda mi generación, a base de golpes y piruetas imposibles. En mi casa, donde mis dos hermanos mayores cultivaron mi admiración por los dibujos, había un robot respetado sobre los demás: El Vengador, héroe estelar del Festival del Robot.


Su fuerza no tenía comparación, amén de sus puños que se disparaban como cohetes y dos brazos que tenían la capacidad de convertirse en taladros, con tal poder que el único robot que resistió la embestida, por poco y se gana una serie propia de lo popular que se volvió.

Dicen que detrás de todo gran robot siempre hay un gran hombre. Y a espaldas del Vengador estaba uno de los hombres con más estilo en la historia de los dibujos animados: Febo, un piloto de Fórmula 1, con pinta de Fonsie, chaqueta de cuero blanca, flecos en las mangas y dos anillos que al presionarlos el uno con el otro lo tranformaban en un extraño robot gris, que a su vez se convertía en la cabeza del Vengador, cuyo cuerpo era disparado desde una nave, manejada por la jugosa Mirna, que siempre que Febo la necesitaba estaba ahí recontra puntual y posesiva.

Y como el yin y el yan, el bien y el mal, y el queso y el jamón, el Vengador tenía una némesis, una enemiga mortal llamada Medusa, que siempre convencía a alguien de dar la cara por ella en la batalla. Todas son iguales.

Nunca entendí por qué el Vengador era una especie de sub-serie dentro del mítico Festival de los Robots, en donde compartía espacio con el Gladiador y el Galáctico, aun siendo siempre el más popular del trío.

Aquí les traigo el video de presentación de la serie, of course, en castellano, como debe ser. Que emoción, voy a llorar:




Un clásico total. Los mejores años de mi vida, cuando vivía en la completa ignorancia y era feliz.

setiembre 20, 2006

Gigi

En la década de 1980 la televisión peruana estaba literalmente tomada por los dibujos animados de robots. Desde las 8 de la mañana hasta casi el mediodía, la programación de todos los canales repetía hasta la saciedad series que tenían como protagonistas a los metálicos personajes.


No recuerdo con exactitud, pero un día todo cambió. A las nueve de la mañana, en el canal 4, si la memoria no me falla, apareció Gigi, la protagonista de un dibujo animado del mismo nombre que, a pesar de tener un corte femenino, encandiló a todos los niños de mi generación. Para refrescarles la memoria, Gigi era una niña pelirroja, de no recuerdo que planeta, que tenía tres mascotas que hablaban y por lo general tenían más sentido común que ella.

Pero lo interesante de la serie era el collar que le colgaba en el cuello: un bastoncito rojo y blanco que cada vez que era invocado, tranformaba a Gigi en la persona que ella quería... ¡y que transformación! que probablemente inauguró el instinto sexual de todos los niños de mi generación. Porque cada vez que esta niña experimentaba una de sus famosos cambios de piel, justo a medio camino entre una cosa y otra, se mostraba (unos pocos segundo apenas) una curvilínea figura de una adolescente desnuda y el primer derrier que he visto en mi vida.

Por supuesto que ell no fue la única de su tipo en arribar a la televisión nacional. Paralelamente a su emisión, otro canal lanzaba al aire "Angel, la niña de las flores", que a diferencia de Gigi, esta no mostraba ni el tobillo y era de los más torreja. Otro cantar fue Candy, que a pesar de ser toda dulzura y amor en su serie, tuvo la astucia de grabar unos cuantas versiones triple X para los amigos (y con ellos también, tremenda bandida).

Pero como después me acusan de pedófilo si ponga las imágenes de Candy, como el cretino productor de Recargados de Risa, les pongo este candidazo video de la ardiente Gigi en pleno transformer:


(No pierdan el tiempo, aunque vean en cámara lenta no va a ver más allá de lo evidente).

setiembre 18, 2006

Dibujos animados de ayer y hoy

Dicen que la televisión embrutece, que nos hace más torpes y que atrofia nuestros sentidos. Mentira más grande chico. Como miembro honorario de la generación basura, puedo asegurar que si algo ha hecho la televisión por mi es estimular mi imaginación... y obligarme a usar lentes, pero ese es otro tema.

Cuando era niño y la paja solo era aquello que debíamos separar del trigo y cachar era un termino netamente beisbolístico, tenía un televisor en mi cuarto. Era un Trinitrón, color crema, tal vez de 16 pulgadas, de esos que en vez de botones tenía una perilla que iba del 1 al 13 y otra para los canales UHF.


Si no hubiera sido por él probablemente ahora no sabría todo lo que ahora se, y no tendría idea de cosas tan obvias como que en África todos son pobres, que hay mas chinos que granitos de arena y que Estados Unidos lucha por la paz mundial. Pero lo más importante, es que sin mi viejo y querido televisor nunca hubiera conocido a todos esos héroes de infancia que hoy colman las estanterías de mi memoria, de los años de leche Enci y pan del pueblo: el Capitán Futuro, Cobra (el mejor de todos), Gigi (y el primer derrier femenino de mi vida), Supercampeones, los Pitufos (tremendos satánicos), los Thundercats (que rica las mallitas de Chitara), Dragon Ball (el fin de una época), Caballeros del Zodiaco (no me jodan, Andromeda era gay), Candy (y su versión porno), Jem, los Autos Locos, Cool McCool, Looney Toons, los Beatles, el Pato Darwing, el Conde Pátula, Robotech, los Transformers, el Vengador, Mazinger Z, El Gladiador, Arbegas, Ironman 28 y toda esa tira infinita de robots ponjas que por cada malo que vencían destruían la ciudad y se iban sin pagar la cuenta.

Mencionarlos a todos sería imposible. Son demasiados, pero de todos aprendí algo importante. Por eso he decidido hacerles un homenaje. No a todos, pero a la mayoría. Desde hoy escribiré post sobre cada uno de estos dibujos, hasta donde me alcance la memoria y las fuerzas para hacerlo.

Espero que les guste. Si recuerdan algún dibujo que merezca ser mencionado no duden en escribirme. Había un allá por los 80 de unos tipos que andaban en una especie de boogies azules por el desierto y se transformaban en robots animales creo. ¿Alguien se acuerda?

setiembre 14, 2006

No se lo digas a nadie

Existen muchos tipos de periodistas deportivos y muchas formas de hacer periodismo deportivo. A la mayoría los he visto en la tele, los he escuchado en la radio y los he leído en los diarios, y por algún misterio desconocido en su código genético todos parecen cortados con la misma tijera, o al menos por el mismo sastre, porque la idiotez que suele llevar bordada uno, la suelen llevar todos (salvo algunos, eso sí).

Por ejemplo, en todo el mundo existen los periodistas haraganes, esos que demasiado exhaustos como para pensar una pregunta inteligente, mueren con las mismas tres, repetidas hasta la paranoia: "¿Feliz con la victoria?", "¿triste con la derrota?", o el clásico "¿por qué ganaron?"


¿Alguien puede estar feliz por perder o triste por ganar? ¿Acaso no gana el que mete más goles? Y lo peor es que cobran, y se indignan cuando uno les pone cara de víctima de bombardeo en Medio Oriente por su pregunta.

También están los que se involucran (como diría mi
buen amigo Ronny), de esos que siempre arremeten con una afirmación positiva y una pasadita de mano: "Lucho, Lucho, ganaron al ritmo de campeón" y se queda ahí, sonrientes, y con cara de estúpidos, sosteniendo sus micrófonos y esperando a que el jugador les responsa con el mismo cariño (cosa que no suele suceder).

Pero si hay un tipo de periodista deportivo que realmente puede obligarme a cambiar de canal, apagar la radio, o pasar la página, son los intelectuales, esos que en un arranque de profesor de metafísica, intentan descubrir el secreto de la alquimia en preguntas como "Pepe, Pepe ¿de qué madera está hecha el temple de este equipo".

Qué carajo espera que uno le responda. "Bueno, de roble griego, aunque algunos compañeros son más palmera que otra cosa".

Y claro, en el mundo existen tantas preguntas como respuesta hay, y todavía puedo recordar como hace una década atrás, un sobrecogido Luis "El Cuto" Guadalupe, en el clímax de la celebración de un título, se cruzo con un periodista deportivo sin saber que del dialogo que sostendrían nacería uno de los momentos más memorables de la historia de la lingüística:

- Cuto, Cuto ¿qué opinas del partido?
- Bueno, si te digo que si.
- Gracias Cuto.
- De nada.

... ¿Si que te digo que si qué? Dios santo, por diez años he intentado descifrar todo el misterio que guarda esta extraña conjunción de palabras, este aleph contemporáneo, sin poder llegar a ninguna conclusión, a pesar de que algunos especialistas aseguran que la afirmación del popular Cuto pone en jaque la propuesta del imperativo categórico de Kant y releva toda la concepción filosófica de Deleuze.

Interpelaciones filosóficas de lado, Cuto al menos rompió el tono monotemático de los futbolistas, preparados desde canteras a repetir con exactitud de reloj suizo la misma indescifrable jerga pelotera en cuantas entrevistas les hacen.

- Johan, Johan, ¿qué opinas sobre la crisis mundial a raíz del alza histórica del dólar?
- Bueno, lo importante es que sumamos de a tres en casa. El profe nos mentalizó toda la semana para este partido, que para nosotros era una final más y bueno, nos quedamos hicimos respetar la localía, que era lo que nos interesaba, frente a un gran rival como el Sport Frejolito.

¿Se dan cuenta? Y todavía se lo dice a uno, así sin más. Y claro con las idioteces que les preguntan todo el día, tampoco es que podamos esperar que nos reciten un poema. Si solo son tipos que se pasan todo el día pateando una pelota. Claro que si lo hacen bien mejor. Total, que me importa a mí lo demás.

setiembre 09, 2006

Spiderman tiene dedos mágicos

Siempre he admirado la habilidad humana de patear una pelota sin perder el equilibro. Claro que solo quienes lo hacen mejor, con más precisión y estilo, adquieren la categoría de ídolos, y se imprimen millones de pósters con sus fotos y se estampan millones de camisetas con sus nombres.

Sin embargo, he descubierto que las manos, a diferencia de lo que creía el hombre de neandertal, no solo sirven para sostener el tenedor y el cuchillo. Sino pregúntele al Hombre Araña, que ha convertido la flexión de su dedo medio y anular en uno de los más importantes símbolos amatorios.

Como me ha sido imposible agenciarme de un video con las virtudes del arácnido movimiento, me valgo de esta demostración de que las manos son más rápidas que la vista:




Si luego de estas imágenes sus manos han adquirido movimientos propios y no resiste el momento de tener un cubo mágico, es mejor que lo sepa de una vez. No importar cuanto lo intente, ni cuantas oraciones dispare al cielo en búsqueda de una solución. Su coeficiente intelectual no da para tanto. Pero no importa, por suerte, tipos más inteligente que usted se han tomado la molestía de bajarse unos minutos del pedestal de su sabiduría para explicarle, paso a paso, cómo se resuelve un cubo mágico (también llamado cubo de Rubik (creo que porque el tal Rubik fue el primero que se compro uno, y el muy vivo le puso su nombre)).

Y como despedida les dejo con el campeón mundial de cubos mágicos. ¿Existirá una persona con el mismo talento para las canicas? Si saben algo me pasan la voz.